Solo faltaban unos pasos más…
Mis zapatos se habían hecho íntimos del lodo, el pasto
crecido y las piedrecillas que nunca faltaban
Esas malditas piedras que golpeaban agudamente la planta de mis
pies y me recordaban cada 20 segundos que soy enemigo de la naturaleza.
Por primera vez agradecía que el sol no brillara sobre mis pómulos
y me cegara por instantes aunque ahora fuera medio día… (será que todo lo malo
tiene su parte buena?)
Aquella nube color bronce seguía encima mío, y empalidecía el
color del mundo que una vez amé… mientras
una densa neblina ahogaba mi corazón.
Pero solo faltaban unos pocos pasos más…
lo supe porque estaba en el corazón del bosque, en aquel lugar,
donde los caminos (abiertos por los innumerables pasos de miles de enamorados)
se unían.
Estaba a pasos del lugar donde cuentan los pobladores que la
luna besa apasionadamente la tierra con su luz.
A pasos de donde cuenta la leyenda que una noche un humano
se atrevió a conversar con la luna y regalarle una rosa a cambio de una
estrella.
¿Qué hacia allí? Tenía la esperanza de que en la noche la
niebla se rinda ante nuevos vientos y pueda contemplar a mi estrella compañera,
(esa que me acompaño desde niño), pero que hoy, por esa muralla gris, no puedo
ver. Por cierto estaba harto de ver un cielo nocturno color sangre por las
luces de mi ciudad.
Y mírenme aquí, intentando tontamente hacer una fogata. Han
pasado 7 horas y hace frio. Por fin hay fuego reflejado en mis ojos, pero aun
faltan 5 horas para que la leyenda de la luna cobre realidad (al menos eso me dijo
el guía que me acompaño hasta 2 kilometros de aquí).
11: 50 pm. Me encuentro incrédulo: Las nubes siguen ahí.
Este viaje no sirvió para nada! Solo para aprender a silbar, lo hago para no
sentirme solo. Y si no duermo es porque algo me inquieta.
Han pasado los minutos y sin darme cuenta ya pasaron las 12.
Jaja! Que patético creer en el amor nuevamente (pensamiento que resuena en mi cabeza).
- - Hey Luna, estas ahí?!! , se que lo estas!!!
(pensaba en voz alta)… veo que brillas por encima de las nubes, ¿puedes dejar de
ser tan mezquina y dejarme ver al menos
a mi estrella? No te pido que me la des. Solo déjame verla!...
- - Creo que el mezquino eres tu. (dijo una voz…
sonaba como un joven)
- - Quien esta ahí? (dije muriéndome de miedo)
- - No temas… no pensé que alguien, en estos
tiempos, se atrevería a llegar hasta aquí.
(me quede sin palabras, mientras la otra
voz continuo)
- - Cuenta la historia que un hombre atrajo estrellas
por amor … ¿ Crees en el amor?
- - Quien eres – dije apenas
- - Crees en el amor?
- - … creía, pero el amor ahora es acción, no ilusión
– dije bajando la mirada.
- - ¿Ya ves por qué la luna aun no te escucha?
(me quede mudo… mi corazón palpitaba a mil,
no había nadie alrededor y escuchaba la voz como saliendo de mi)
- Mira ahora – me dijo aquella voz
De pronto el cielo se abrió, y la luna apareció
majestuosamente, su traje blanco resplandecía como la plata más pura, y junto a ella una lámpara
brillante se formó de la nada.
- - Es esa tu estrella? - habló la voz – tu quisiste solo verla. Has
de saber que yo me atreví a tenerla, y me atreví a hacer un camino para guiar a
mi amada. YO SOY EL HOMBRE DE LA HISTORIA.
- Eres tú?... dónde estás? No te veo?
- - LO SOY… VIVO EN EL BOSQUE… Y VIVO AQUÍ PORQUE TU
ESTAS AQUÍ.
- - ¿Qué?
- - No te conformaste con una nube gris, y estas aquí
en busca de una estrella. La luna no es mezquina, tú lo eres: No te atreves a
pedir más y es hora que lo hagas… es tiempo que vuelvas a ilusionarte, vuelvas
a vivir con emoción …. Ah y gracias por venir, es grandioso saber que somos parecidos. Ahora
contempla el cielo.
La luna se elevó al infinito y se escuchó un potente suspiro
en el viento. De pronto miles de estrellas iluminaron el cielo… y ahí, en medio
de tantas, estaba la mía, palpitando al ritmo de mi corazón.
- - Gracias - le dije a aquella voz, el hombre de la leyenda
– Tengo una pregunta! dime te reuniste con tu amada?
-
- Sí, y jamás nos separamos, ella está aquí. Y desde
entonces nos convertimos en guardianes de ilusiones. Sabemos que los tiempos
han cambiado, y los corazones son duros. Pero cada cierto tiempo hay corazones
como el tuyo que se atreven a suspirar por una estrella. Y desde ese momento
inicia nuestro trabajo. Decir a todos: NO DESMAYES… NO ABANDONES TU ILUSIÓN… LA LUNA Y LAS ESTRELLAS ESCUCHAN, AVIVA LA ESTRELLA QUE HAY EN TI.
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